QUIENES SOMOS
SOMOS FAMILIA
Somos una iglesia apasionada por la presencia de Dios, un lugar donde el Espíritu Santo fluye como un río y refresca cada corazón sediento. Creemos en el amor que transforma, en la restauración que levanta, y en el llamado a hacer discípulos de Jesús y encender la llama del Espíritu Santo en cada rincón de la tierra.
Pastores Daniel y Wendy Cortés

El Pastor Daniel Cortés es fundador y pastor principal de la iglesia Espíritu Fresco, y presidente de la Fundación FAEF.
Nacido en Itagüi Antioquia Colombia, es un hombre apasionado por Dios y por su generación.
Está felizmente casado con Wendy Juliana Londoño, una mujer creyente, amorosa de Dios, ingeniera de sistemas con diferentes diplomados en teología, y cofundadora de la iglesia Espíritu Fresco junto a su esposo. Juntos forman un equipo pastoral que sirve con amor, fe y excelencia, dedicados a pastorear y levantar nuevas generaciones para Jesús.
El Pastor Daniel ha combinado su llamado ministerial con una sólida formación académica y profesional.
Es Administrador de Empresas, profesional en Publicidad y profesional en Marketing Internacional. Además, obtuvo el grado de Bachelor en Estudios Bíblicos y un Graduate en Teología en el North Carolina College of Theology, y es Comunicador Social del Politécnico Grancolombiano.
Durante los años 2023 y 2024 fue profesor en Cristo para las Naciones Colombia, instituto con sede central en Texas.
Asimismo, ha dirigido programas televisivos en el canal Cosmovisión, entre ellos Espíritu Fresco TV, y ha participado en distintos canales regionales como TeleEnvigado, entre otros, llevando siempre un mensaje de fe y esperanza.
Desde los 16 años sirve como conferencista cristiano, habiendo viajado por diferentes ciudades y países compartiendo el fuego del Espíritu Santo y la pasión por Jesús.
Es además autor de dos libros: Amigos por Siempre (2013) y De las Cenizas al Fuego (2025), obras que reflejan su corazón pastoral y el profundo deseo de ver a cada creyente encendido en el fuego del Espíritu Santo.
Más allá de los títulos académicos, logros o viajes, el Pastor Daniel afirma con convicción que su mayor honor es ser hijo de Dios.
Su vida y ministerio, junto a su esposa Wendy, se resumen en una pasión: encender corazones en el fuego del Espiritu Santo, restaurar familias, levantar generaciones y extender el Reino de Dios con poder y amor.
historia
El Pastor Daniel Cortés atendió al llamado de Dios a la edad de 13 años.
A sus 19 años fue ordenado como pastor, y desde entonces Dios le habló en repetidas ocasiones sobre comenzar una obra. Durante su adolescencia y juventud guardó esa promesa, esperando el tiempo indicado para dar inicio al ministerio que el Espíritu Santo había depositado en su corazón.
En medio de uno de los procesos más desafiantes de su vida ministerial, mientras era formado por el Espíritu Santo, comprendió que había llegado el momento de obedecer y comenzar la obra que Dios le había encomendado.
En sus emociones, pensó en hacerlo en las ciudades de Cartagena o Bogotá, e incluso consideró mudarse a Chitré, Panamá, donde junto a su esposa Wendy visitaron y oraron por esa tierra. Sin embargo, aunque Daniel estaba emocionado por irse a Panamá, Wendy no sentía paz en su corazón, pues sabía que ese no era el lugar al cual Dios les estaba llamando.
Finalmente, Dios confirmó en sus corazones que la obra debía iniciar en su propia ciudad: Medellín, Colombia. Allí, en medio de una fábrica, en un pequeño espacio que acondicionaron con esfuerzo, nació lo que hoy conocemos como Iglesia Espíritu Fresco. Al principio utilizaban parte del local y extendían una carpa hasta la calle para ubicar a las personas. Daniel sabía que estaba obedeciendo la voz de Dios, aunque al inicio quiso evadir esta realidad.
El viernes 7 de julio de 2017 realizaron su primera reunión oficial. Desde entonces comenzaron a reunirse cada fin de semana, montando y desmontando tarima, sonido, carpas y telones que separaban la iglesia de la empresa donde se congregaban.
Esa etapa, aunque demandante y agotadora, estuvo marcada por la gracia de Dios y por un crecimiento evidente en la congregación. Espíritu Fresco se convirtió en una iglesia portátil, y pronto nació la oración constante de pedirle a Dios un lugar propio donde establecerse.
Cuando llegó la pandemia, la congregación atravesó uno de sus mayores desafíos: después de esa temporada difícil, solo quedaron 15 personas. El Pastor Daniel afirma que allí fue donde realmente comenzó la iglesia, pues fue un nuevo inicio desde cero, con personas nuevas, en una nueva ubicación más al sur de la ciudad. Ese tiempo marcó un renacer para la visión y reafirmó que el Espíritu Santo sigue siendo el Pastor principal de Espíritu Fresco.
Actualmente, la Iglesia cuenta con personería jurídica y registro nacional como entidad religiosa. Además, está vinculada con un ministerio de respaldo internacional y tiene el acompañamiento de sus pastores y un equipo de mentores que rodean, cuidan y acompañan este ministerio, asegurando cobertura, dirección espiritual y un caminar saludable en el propósito de Dios.
Espíritu Fresco es una iglesia nacida en el corazón de Dios, levantada en medio de pruebas y nuevos comienzos, para ser un río de presencia y restauración en la ciudad de Medellín y hasta lo último de la tierra.
FUNDAMENTOS
📖 Texto Clave
Jeremías 17:7-8 (NTV)
“Pero benditos son los que confían en el Señor
y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza.
Son como árboles plantados junto a la ribera de un río,
con raíces que se hunden en las aguas.
A esos árboles no les afecta el calor
ni temen los largos meses de sequía.
Sus hojas están siempre verdes
y nunca dejan de producir fruto.”
Este es el texto bíblico clave que Dios nos dio como Iglesia Espíritu Fresco.
Hay varios puntos a recalcar en el pasaje que indican por qué nos llamamos así. Aunque el nombre suena contemporáneo, en realidad tiene un significado mucho más profundo.
El soplo de vida
“Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente” (Génesis 2:7).
En hebreo, la palabra “aliento” es neshamah, que se traduce como espíritu. El espíritu es esa parte de nuestro ser que corresponde a lo que es Dios mismo. Por eso, Él desea que nuestro espíritu sea lleno de Su Espíritu, es decir, que nos llene de sí mismo.
En griego, la palabra Espíritu Santo proviene de pneuma, cercana a la palabra hebrea ruah, que significa “soplo” o “viento”. Nuestro espíritu es la parte de nosotros que puede ser llena por el Espíritu de Dios.
El agua y el Espíritu
Podemos decir entonces que nos llamamos Espíritu Fresco porque somos un lugar donde nuestro espíritu siempre está refrescándose.
Somos como árboles plantados junto a corrientes de agua. Nada que tenga vida puede sobrevivir sin agua, y así como los árboles con raíces profundas junto a un río nunca se secan, así también nosotros vivimos verdes y fructíferos cuando estamos junto a las aguas de la presencia de Dios.
Pero, ¿qué significa el agua?
Juan 7:37-39 (NTV)
37 En el último día del festival, el más importante, Jesús se puso de pie y gritó a la multitud: «¡Todo el que tenga sed puede venir a mí!
38 ¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón brotarán ríos de agua viva”».
39 (Con la expresión «agua viva» se refería al Espíritu, el cual se le daría a todo el que creyera en él).
Isaías 44:3 (NTV)
“Pues derramaré agua para calmar tu sed y para regar tus campos resecos;
derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus hijos”.
Salmos 1:1-3 (NTV)
1 Qué alegría para los que no siguen el consejo de los malos,
ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones,
2 sino que se deleitan en la ley del SEÑOR, meditando en ella día y noche.
3 Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo.
Sus hojas nunca se marchitan y prosperan en todo lo que hacen.
En la Biblia, el agua es un símbolo del Espíritu Santo. Jeremías 17:7-8 y Salmo 1:1-3 nos muestran que, si queremos dar fruto y permanecer verdes, debemos estar siempre en la presencia de Dios.
🌱 ¿Qué nos mantiene frescos?
Espíritu Fresco no solo hace referencia al espíritu humano, sino también al hecho de que somos una iglesia que da lugar al Espíritu Santo de Dios.
Para permanecer plantados junto a las aguas y mantener nuestro espíritu fresco, necesitamos cuatro características:
- Confiar en Dios → Jeremías 17:7-8. Nuestra fe y esperanza están puestas en Jesús.
- Meditar en la Palabra de Dios día y noche → Salmo 1:1-3. Leer, recordar y aplicar la Biblia nos mantiene firmes junto a las corrientes de agua.
- Vivir en santidad por amor → Salmo 1. No se trata de legalismo ni de juzgar a otros, sino de caminar en arrepentimiento verdadero y en el amor restaurador y perdonador de Dios.
- Adorar en espíritu y en verdad → Juan 4:24. Nuestro espíritu es como una antena que se conecta con Dios; a través de la adoración nos mantenemos unidos a la fuente de agua viva.
🍇 Evidencia del Árbol Vivo
El árbol que permanece junto a las aguas siempre da fruto, sin importar si hay sequía o calor.
Gálatas 5:22-23 (NTV)
“En cambio, el fruto del Espíritu Santo es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!”.
Creemos que el fruto del Espíritu Santo es evidencia de una vida junto a las aguas de Su presencia. Al mismo tiempo, creemos en los dones del Espíritu Santo, manifestados como respuesta a esa misma presencia.
Nuestra esencia
En resumen, nos llamamos Espíritu Fresco porque somos una iglesia compuesta por personas (árboles) que dan fruto constante al permanecer junto a las corrientes de agua: la presencia de Dios.
Por causa de esa presencia, nuestras raíces, troncos, hojas y frutos permanecen siempre frescos, reverdecidos y llenos de vida.
¿Quieres sumarte a esta visión? Nuestra misión es la misma que Jesús dio a la Iglesia universal: hacer discípulos. La forma en que vivimos esa misión está marcada por la cultura que Dios nos entregó: amor, genuinidad, presencia y una visión contemporánea para alcanzar a esta generación.
💎 Algunos de Nuestros Valores
- Amor: Somos una gran familia donde cada persona es aceptada y amada.
- Presencia: Todo lo que hacemos busca crear atmósferas donde la presencia de Dios sea tangible.
- Genuinidad: Queremos ser una iglesia real, transparente y auténtica.
- Contemporaneidad: Conservamos la esencia de la santidad y el mensaje eterno del evangelio, pero usamos conductos actuales (redes sociales, música, medios, artes) para alcanzar a nuestra generación.
🙌 En Qué Creemos
- La Trinidad
Creemos en un solo Dios que se revela como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas, un mismo Dios, perfecto en amor y unidad.
📌 Mateo 28:19 - La Biblia
La Palabra de Dios es nuestra guía de vida. Fue inspirada por el Espíritu Santo y nos enseña a vivir con propósito y esperanza.
📌 2 Timoteo 3:16-17 - Jesucristo
Jesús es el Hijo de Dios, nuestro Salvador. Murió en la cruz, resucitó al tercer día y hoy nos ofrece vida nueva y eterna.
📌 Juan 14:6; 1 Corintios 15:3-4 - El Espíritu Santo
Es nuestro compañero diario: nos llena, nos guía, nos fortalece, nos recuerda la verdad y nos capacita con dones para servir a Dios y a las personas.
📌 Juan 14:16-17; Hechos 1:8 - La Salvación
No se gana por méritos. Es un regalo de gracia recibido por fe en Jesús, que transforma nuestra vida desde adentro hacia afuera.
📌 Efesios 2:8-9 - La Iglesia
Más que un edificio, somos una familia: el cuerpo de Cristo en la tierra, llamados a amar, enseñar, servir y extender el Reino de Dios.
📌 Hechos 2:42-47 - Las Ordenanzas
- El Bautismo en agua: nuestra forma pública de decir “decidí seguir a Jesús”.
- La Cena del Señor: recordamos el sacrificio de Cristo con el pan y el vino, proclamando su victoria hasta que Él vuelva.
📌 Mateo 28:19; 1 Corintios 11:23-26
- La Vida en Santidad
No se trata de religiosidad, sino de vivir cada día más parecido a Jesús. Caminamos en arrepentimiento, gracia y obediencia, dejando que su amor nos transforme.
📌 1 Pedro 1:15-16 - El Fruto del Espíritu Santo
Una vida conectada a Dios siempre da fruto: amor, alegría, paz, paciencia, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Estos frutos son la evidencia de que Jesús vive en nosotros.
📌 Gálatas 5:22-23 - La Adoración
Fuimos creados para adorar a Dios. No es solo música, es un estilo de vida que refleja gratitud, entrega y amor al Padre.
📌 Juan 4:24 - La Gran Comisión
Nuestra misión es clara: compartir el mensaje de Jesús y hacer discípulos en todas partes, llevando su luz y amor a cada rincón del mundo.
📌 Mateo 28:19-20
